Leyenda sobre el odio entre gatos y perros

Cuenta la leyenda que un matrimonio chino que vivían en el campo, tenían un muy buen pasar, nada les faltaba a pesar de lo poco o nada que trabajaban.

Convivían armoniosamente con un perro y un gato, todo era calma y felicidad dentro de este hogar.

También poseían un extraordinario y mágico anillo que era un "anillo de virtud “responsable de todo lo que poseía el matrimonio en su abundancia, claro que ellos no lo sabían...

Un mal día se le ocurrió al viejo campesino salir a vender su anillo para comprarse una yunta de bueyes.
Estos animales muy útiles para el transporte, fueron usados desde siempre entre los campesinos de China.

A partir de ese momento, todo empezó a cambiar para mal.
Se perdieron las cosechas, los animales enfermaron y no hallaban que comer

El perro no encontraba ni un hueso que roer, estaba flaco y hambriento; muy desconsolado por el cambio tan drástico que tuvo la vida de su familia.

El gato apenas si encontraba algún que otro ratón tan hambriento como él.
Todo se había vuelto desolado y triste.

Como todos sabemos que los gatos son seres extraordinariamente perspicaces, éste sabía que todas sus riquezas se la debían al anillo, entonces convenció al perro para ir en busca del anillo de la virtud.

Llegaron hasta la casa del hombre que había comprado el anillo y que estaba más que rico; el gato como buen ladrón (todo el mundo sabe que son excelentes ladrones) trepó hasta la ventana y se robó el anillo de la virtud.
¡Ahora sí que todo volvería a ser como antes!

Salieron disparando rumbo a su casa atravesando el campo, pero cada vez que se encontraban con una casa, el gato trepaba por los techos y saltaba hacia la siguiente, mientras que el perro tenía que rodear todo el terreno para proseguir su camino.

Esto le hizo ganar mucho tiempo al gato, quien fue recibido por sus dueños, la pareja de ancianos campesinos con gran alegría y consideración, creyendo que solamente el gato había cometido semejante hazaña.

Cuando llega el perro encuentra al Señor Don Gato hecho todo un rey, mimado y confortado por los ancianos, comiendo de lo mejor y con un mullido almohadón nuevo junto al fuego.

Los ancianos creían que el perro era un haragán y que no se había ocupado tan comedidamente como el gato.
También creían que había dejado solo al gato en tan difícil aventura.
Entonces enojados, lo echaron afuera.

Desde entonces, el perro está obligado a trabajar afuera cuidando y custodiando el hogar, mientras el gato se da la gran vida adentro calentito y mimado.

Desde entonces surgen las interminables peleas entre gato y perro, según la leyenda, claro.
Aunque parece que en la vida moderna, puede no ser tan así.